miércoles, 21 de julio de 2010

"Los Simpson y la filosofía", de Irwin, Conard y Skoble

Mis primeros recuerdos que tengo sobre filosofía, son para un profesor que trataba de enseñar a un puñado de adolescentes rabiosos el significado de esta palabra. Desde entonces ha llovido mucho... Y durante todos estos años, mis encuentros con ella han sido vagos y poco fructíferos. Algún libro de Friederich Nietzsche y poco mas son mi bagaje literario en el tema. Cuando elegí este libro para leer, tenía una idea preconcebida de lo que me encontraría. Malditas ideas preconcebidas...

Portada del libro

De "Los Simpson" tengo un conocimiento más amplio, pues para bien o para mal (seguramente esto último), la televisión se ha encargado de moldear mi mente desde la adolescencia. Una vez que te desprendes del apego emocional de tus padres, el joven moderno encuentra en los "amigotes" y la TV, los referentes morales en los que asentar la estructura del adulto que será. No es precisamente esta serie, la peor fuente de la que beber. Como tratan de explicar en el libro que hoy os traigo, por muy "burros" y "críticos" que sean en la serie con la estructura de las sociedades modernas, todos los capítulos acaban como empiezan: una familia que armoniosa y religiosamente, se sienta cada día a ver la TV en el hogar familiar.

Y sin embargo, esta serie, representa un icono cultural para una generación que vió en ella, ese estallido irónico, que la "supuesta" TV para adultos no tenía. Humor inteligente en estado puro, sin miedo a meterse con unos y con otros, para reirse de todos, sin excepción. Por mucho que en España, estemos en tasas de repetición de algunos capítulos por encima de la decena de veces, sigue siendo lider de audiencia indiscutible en las sobremesas de este pais.

¿Es una serie animada diga de ser evaluada desde un punto de vista filosófico? Sí , si partimos de la base, de que la filosofía, por definición, se puede meter en todos los charcos... Aunque hay que reconocer, que en este caso, el matrimonio, deja un regusto amargo, sí que existen pasajes donde cualquier aficionado a la serie puede disfrutar por los planteamientos que hace. No obstante, no hay que obviar, que para rellenar un libro con este tema, pasaremos varias páginas sin una mísera referencia a la serie o sus personajes. Según avanzaba en su lectura, comprendí que el libro, más que un entretenimiento para aficionados a la serie, parecía un libro de texto de primer curso, en alguna facultad de filosofía en Tijuana (México)...

Lo reconozco, el error ha sido mío... no sabía que el libro estaba más cerca de la filosofía, que de "Los Simpson"... No importa, he aprendido que mi campo de lectura no es éste y por tanto ahora soy un poco más sabio. Por cierto, la definición de filosofía que me enseñaron era: amor por la sabiduría. Objetivo cumplido.

martes, 20 de julio de 2010

¡¡¡Teruel existe!!!

Y vaya si existe, ¡tienen hasta circuito de velocidad! Hace un par de semanas, tuve la suerte de visitar con el CEV, el nuevo circuito de velocidad de Alcañiz. Tiene el anglosajón nombre de "Motorland" y algún día os hablaré de él, pues hoy os quiero hablar de monumentos (y no me refiero a las pit babes...).

Excolegiata de Santa María La Mayor

Es Alcañiz una ciudad pequeña, con encanto, de esas que destilan la esencia de la España de provincias, que tantos emigrantes mandó a las grandes urbes en los 50 y 60. Aquí por proximidad, imagino que gran parte irían a Barcelona, atraidos por la nueva riqueza que se generaba en estas ciudades. Hoy en día, por fin somos capaces de apreciar la tranquilidad que rezuman estas mini-urbes. Y no solo tranquilidad. No me imaginaba que Alcañiz estuviera tan cerca estéticamente de mi añorada Toledo: calles empinadas, con adoquines y monumentos salpicando sus rincones más clásicos. Aunque Alcañiz tiene de todo esto, aquí se manifiesta en menor grado, eso si. Es como un esbozo de lo que podría llegar a ser si hubiera sido durante siglos capital del imperio, así como lo fue Toletum.

Por cierto, si podéis, acudid a dormir al Parador. Un auténtico castillo de la orden de calatrava, en la cima del pueblo, algo caro eso si, aunque digno de visitar, aunque sea como turista de una tarde.

Parador de Alcañiz

La Fresneda es un pueblecito a 25 kms. de Alcañiz. Pequeño, muy cuidado y en medio de la comarca de Matarraña, se distingue por la tranquilidad que reina en sus calles, por su casco antiguo y su cuidada gastronomía. Digno de visitar, os adjunto un plano para poder llegar desde Alcañiz.


Ver mapa más grande

Ayuntamiento de La Fresneda

Por cierto, en este pueblecito, hablan un extraño dialecto, mezcla de catalán y castellano, el "chapurriao". Cuanto más viaja uno y más se dedica a cruzar fronteras (sean de paises, sean de provincias), más cuenta se da uno de que dichas fronteras son lineas en un papel, nunca en la tierra, en la realidad de las gentes que viven entre ellas.

Calle típica de La Fresneda

¡Hasta el próximo post muchachada!

jueves, 1 de julio de 2010

Fin de semana intenso: F1 Valencia Street Circuit

Pasados unos días desde mi vuelta de Valencia. Os voy a contar un poco mis impresiones como comisario técnico en la F1. Lo primero es dar las gracias a quien me ha dado la oportunidad de conocer este mundo por dentro. NO soy un gran aficionado a la F1, menos aun, a esta F1 de carreras que parecen procesiones de semana santa... pero si soy un gran aficionado a la alta tecnología, así que la F1 es probablemente uno de los mejores sitios donde encontrarla.

Felipe Massa llegando a su box

No voy a entrar en polémicas del Gran Premio. Las ha habido, algunos ya me habíes preguntado (e incluso llamdo) para ver si podía desenmarañar la madeja que se creó con el Safety Car. Ni me enteré bien en su momento, ni soy amigo de comentar las decisiones de los comisarios deportivos, ni siquiera en mis habituales CEV: no es mi trabajo y no me compete.

Un Force India por el pit lane

Lo primero es contaros lo bueno del fin de semana. He cambiado de circuito, de compañeros, de modo de trabajo habitual y me he quitado mucha responsabilidad. Allí era un "currito" mas y eso de vez en cuando te libera de presión y te da otra perspectiva del trabajo de los "jefes de verificaciones técnicas". Me han llamado mucho la atención ciertos aspectos de los coches, como por ejemplo, su muy elaborada aerodinámica en los alerones delanteros, o el gigantesco tamaño de los cuerpos de inyección. Tambien el grupo del embrague (multidisco en seco, al estilo Ducati) o las cajas de cambio con carcasa en carbono. Y hablando de carbono... es enfermizo el afán por construirlo todo en fibra de carbono, tanto en los coches, como en el material de verificaciones de la FIA... curioso... se ve que tienen más presupuesto que nosotros aquí...

Otra cosa que me llevo con cariño, ha sido el grupo de técnicos que nos alojamos en hotel. Éramos los de fuera de Valencia y desde luego hemos creado piña. Cada uno con una forma de ser, y sin entrar a valorarlos como técnicos, se han hecho buenas amistades. Ojalá que coincidamos más veces, aunque lo veo difícil... casi todos son técnicos de coches y yo nunca salgo de mi Albacete para carreras de este tipo.

Los comisarios técnicos uniformados

¿Y lo malo? Bueno, malo, malo no ha habido nada... nada grave... pero si que he encontrado cosas mejorables... a saber: no es normal tener que dormir a 30 kms del circuito... y menos en un hotel en medio del polígono industrial de Sagunto, lejos de cualquier sitio decente para comer o tomarse una copa. La "organización" nos preparó un par de bocadillos diarios que se completaban con fruta y agua... y la fruta, para sorpresa general, nos la cobraron a parte... sin comentarios... Y tambien remarcar algún roce que hubo entre algunos/as de los presentes... el detonante lo tengo claro, evidentemente un grupo de 50 "desconocidos", no es fácil gestionarlo, pero si entre ellos existe un/a especialista en malas formas...

Vista general de los boxes y palcos VIP

Conclusión: me llevo un grato recuerdo. Conozco la F1 por dentro, soy afortunado, he tocado con mis manos los coches más deseados del planeta, pero seguramente no volveré... Ni siquiera como espectador... jamás pagaría por ver una carrera de F1 y como técnico, mi curiosidad ya ha sido satisfecha. Espero seguir teniendo oportunidades de crecer como comisario técnico, que es como me tomo la experiencia.

¡¡¡Hasta el próximo post!!!