lunes, 3 de octubre de 2011

"El arbol de la vida", la película

Muchas veces las entradas de este blog están escritas con gran ilusión. Creo que se nota en cómo están narradas. Es inevitable volcarte en aquellas que crees que van a gustar a tus lectores. Los escritores (o pseudo-escritores como es mi caso) no podemos evitar ilusionarnos con ciertos temas. Los libros que más me han llenado o el hablar de mis motos, suelen ser motivo de júbilo para mi. Tambien podemos incluir en este grupo, las películas que me han marcado durante mis años de vida. Pero hay películas que no lo han hecho. "El arbol de la vida" es una de ellas. Del director Terrence Malick (La delgada línea roja) y arropada por el primer premio en el Festival de Cannes, la cinta ha generado sentimientos encontrados entre el gran público. Algunos la han calificado como "pura y auténtica mierda". Otros dicen que "han sido las peores 2 horas que han pasado jamás en un cine". Y los más escuetos sueltan un muy castellano "vaya toalla...".


No voy a defenderla. No me necesita. Simplemente quería plasmar las palabras (que me ha costado 3 días encontrar) que todo aficionado al cine debería leer antes de acudir al cine y dejarse los 6-8 euros que le costará la entrada:

¿Lo bueno? Que está muy bien hecha, tiene un trabajo de montaje brutal y estéticamente es preciosa. Tiene planos increibles, de una fotografía cuidadísima, así como las interpretaciones de los actores (Brad Pitt, Sean Penn, Jessica Chastain), que están a un nivel difícilmente igualable. A destacar los chicos, cuyos rostros, en más de una ocasión, desbordan expresividad. Se nota que el director se ha esforzado al máximo para crear un producto muy cuidado.

Brad Pitt y Laramie Eppler en un fotograma del film

¿Lo malo? Que estamos ante una película de cine casi experimental, muy alejado del cine comercial. Esto se puede observar en el ya mencionado montaje, así como en los continuos minutos (que a algunos espectadores les incita al suicidio colectivo...) donde no hay trama ni historia... simplemente son imágenes de difícil interpretación.

Los que acudáis al cine llevados por los deslumbrosos protagonistas, os vais a llevar un chasco muy grande. No es una película para el gran público. Tampoco lo pretende. Abstenerse neófitos (como yo) al cine de autor. Estas películas no están destinadas a llenar las salas de cine.

Avisados estáis.

2 comentarios:

  1. Me pareció de una genialidad sublime, una sensibilidad inusitada... y una belleza dificilmente igualable. No entiendo por qué habría de ser comercial para considerarse apta para el público. Una obra maestra, de gran exquisitez. Jqn

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