lunes, 21 de noviembre de 2011

"¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas?" de Philip K. Dick

Bajo este extraño nombre se esconde uno de los clásicos de ciencia-ficción, de los que me gusta leer de vez en cuando. Y es todo un clásico, porque el peliculón "Blade Runner" de Ridley Scott(todos en pie al escuchar esta película) está basado en este libro. La película no sigue la novela al pie de la letra, simplemente se basa, pero es suficiente para que en su momento despertara en mi la curiosidad de leerla.


Es agradable leer buenas novelas que acaban en buenas películas. en este caso, la película simplemente se basa en el libro. Hay diferencias bastante grandes, como el desarrollo de la trama o ciertos personajes. Tambien la sociedad distópica que la novela desgrana, se suaviza bastante en la película, algo bastante habitual, para que el espectador medio pueda salir del cine sin ganas de suicidarse... En cambio en la novela, esa distopía, al más puro estilo "1984" o "Un mundo perfecto", está perfectamente desarrollada y no sobra en absoluto.

No faltan el señor Rick Deckard, protagonista de la novela y del film, ni lo Nexus-6 que son los androides que hay que eliminar, ni la atmósfera rara y pesada que acompaña a la historia. Tiene el libro entidad propia, no sigue la misma linea argumental, como os había dicho, y los giros de argumento le dan una frescura tremenda.

Gran libro, gran película. Sin dudarlo: altamente recomendable.

¡Saludos a todos/as!

jueves, 10 de noviembre de 2011

"La hoja roja" de Miguel delibes

Tenemos otra vez al señor Miguel Delibes en este blog. Ya os hablé de "El hereje" y de "El camino" y recuerdo el buen sabor de boca que me dejó. Aunque ambos libros estaban escritos de una manera diferente entre sí, en ambos había algo del gran Delibes. Para los que "no sabemos hacer la O con un canuto", que un escritor tenga varios estilos, es alucinante. Hoy en día no es nada habitual. Ahora, con "La hoja roja", Delibes nos vuelve a dejar boquiabiertos porque no se parece a ninguno de aquellos dos. Y no deja de ser una gran obra, aunque al principio desconcierta esa forma de expresarse, hasta que comprendes que no es ni más ni menos que la forma de expresarse del "viejo Eloy", tan características de nuestros abuelos, que cuentan una y otra vez la misma historia, tratando de vivir de nuevo aquellas partes de su vida que más huella les han dejado. ¿Qué han desyunado? ¿Cómo se llama la nueva vecina?. No hay hueco para esas vanalidades. En cambio disfrutan como niños, narrando sus peripecias de juventud, esos primeros amores que marcan una vida y tantas otras cosas que los nietos no somos capaces de entender.

Al "viejo Eloy", que no quiere, pero protagoniza esta novela, la vida le va dejando paulanitamente solo. Sus hijos, su señora, su trabajo. Incluso sus amigos de toda la vida van retirándose al "jardín de los quietos" que diría José Mota. A esta fase de la vida, el "viejo Eloy", llega tras descubrir la hoja roja que sale en cada librillo (esos de papel de fumar). 5 hojas son las que le quedan. Por suerte, la Desi, una interna de orígenes humildes, le hace la vida más fácil. En ese contexto, el afecto surge, de la necesidad de compañía, y calor humano que ambos tienen. Él como viejo en la antesala de la vida, ella como veinteañera analfabeta recien llegada a la ciudad.

Y es que, el afecto, como bien dicen en el libro, ese afecto entre un hombre y una mujer que surge de la convivencia, del cuidado mutuo y la comprensión, exento de sensualidad y picardía, "nace la tercera vez que aquella le lava a éste los calzoncillos".

Posdata: Gracias a mis amigos L y D por regalarme este libro.

jueves, 3 de noviembre de 2011

"Un mundo sin fin" de Ken Follet

Hola a todos/as, mis queridos lectores, ¿os dais cuenta de que sois una comunidad selecta y distinguida? Mientras los post de mecánica tienen muchas visitas diarias, los más "culturales", véase cine o libros, son mucho menos consultados. En cambio, yo les tengo el mismo afecto a todos mis post, como si de hijos se tratara. Unos son mejor parecidos que otros, pero a todos los quiero por igual.



Lo mismo le debe pasar al señor Ken Follet. Tiene libros buenos y libros muy buenos (los tendrá reguleros, pero yo no los conozco), e incluso los tiene mellizos, como es el caso de "Los pilares de la tierra" y éste "Un mundo sin fin". Del primero ya os hablé aquí y como os comenté, me dejó una grata sensación. El segundo repite los aciertos y los errores del primero, y se ambienta en la misma época, así como sus personajes, que son descendientes de los descritos en el primero. NO es una segunda parte, ambas lecturas pueden ser independientes, pero si lees el primero, el buen sabor de boca que te deja, te conduce a leer el segundo. Lo que sí os recomiendo, es dejar un espacio de tiempo, o bien, una lectura intermedia entre ambos, pues ambos son muy largos y no sería justo llegar a aborrecer al señor Follet por un exceso de fanatismo por nuestra parte.

Como apuntaba, en este libro encontraremos cosas muy buenas, como lo fácil que es hilar páginas, por lo bien conseguida que está la trama, por lo acertado de sus personajes y porque no deja de dar giros la historia. Tambien quiero destacar lo mucho que le gusta al autor deleitarnos con páginas repletas del sexo más explícito... ¡a alguna de las lectorAs de este blog le encantaría este libro si eliminaramos las hojas que no fueran las descritas!. En cambio, el libro peca de fallos comunes como con "Los pilares de la tierra": exceso de telenovelismo en algunas partes... casi sin querer, uno empieza a leer con acento de culebrón venezolano...

Son 1.300 páginas repletas de pura esencia Ken Follet. Recomendable, por no decir obligatorio, si "Los pilares de la tierra" te dejó con ganas de mas, aunque tambien puede ser una buena forma de descubrir al señor Follet, que se ha hinchado en los últimos años a vender libros por novelas como ésta.